Cuando hace su primera salida en 1924, lo efectúa con las andas prestadas del Cristo de San Agustín, hasta que más tarde lo hace, con las también prestadas de San José de Calasanz, de los Escolapios, de estilo gótico, hasta que en 1929 estrenan una de hechura recta en madera que oscurecen, con los mecheros de forja, que sacó en los pasos prestados en sus primeros años para llevar hachones de cera.
En 1939 son reformadas estas andas por Andrés Contreras, quien coloca adornos de orfebrería en metal plateado y dura hasta que, en 1959, sacan el que se conoce hoy en día, verdadera joya de esta época, obra en su conjunción, de sus cofrades, y siendo un verdadero acierto el conseguido dándole a cada especialista artesano la labor a realizar; así Castillo Lastrucci, Carlos Alba, Antonio Vega, Luis Sánchez, Rafael Barbero, Villarreal, Cayetano González y la Casa Caro, estarán siempre unidos a él. Es de estilo barroco churriguera, muy menudo en su talla y con relieve; es de los llamados de forma ondulada, y con muy buena línea de mayor a menor en su alzada, con perfiles, zócalos y bombos va adornado por un buen número de ángeles desnudos, que orlan las cartelas y faroles de plata de ley dorados, y en sus esquinas los Evangelistas, sobre moldura de talla dorada en el mismo estilo del canasto, faldones de terciopelo, una de las mejores piezas del bordado actual en relieve y con el apostolado siguiendo el mismo abultado, y
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