domingo, 24 de abril de 2011

Nuestros Priostes "Domingo y El Jefe" en El Correo de Andalucia

Artículo publicado por El Correo de Andalucia el pasado Lunes Santo:

Domingo y Francisco Pozo. Hermanos y priostes de Las Penas.
«Tengo que estar pendiente de que todo esté a punto»
Desde principios de los 90 lleva este sevillano de 37 años colaborando "en to lo que haga falta" dentro de su hermandad de Las Penas de San Vicente. Y es que, las funciones que un buen prioste desempeña "son múltiples, variadas y muy entretenidas", en su opinión. "Digamos, para resumir, que tengo que estar pendiente de que todo esté a punto", aclara. A lo largo del año, las actividades varían, y el trabajo se intensifica cuando se acerca la Semana Grande de Sevilla.Por este motivo, él y su hermano se encontraban especialmente atareados en los días previos a la Semana Santa. Comentan que su trabajo consiste en "el montaje del paso y los altares de culto". En esos días de tanto revuelo, el fervor se nota más a flor de piel. "Hay que añadir el cuidado de las imágenes y demás enseres de la casa de hermandad, así como la preparación del besamanos y el quinario. También hay que controlar la vestimenta de las imágenes, y, sobre todo, que la capilla esté lista para la multitud de visitantes que pasean por las iglesias". Domingo explica que este año, "la Virgen estrena palio gracias a la contribución de los hermanos. Está la cosa muy mal, no se debe tirar de las cuotas de la hermandad antes de tiempo". Domingo piensa que el día de la cofradía es más especial porque "todo el mundo lo espera", pero en realidad, este prioste entregado a su hermandad manifiesta: "Yo vivo mi labor los 365 días del año". Para él "no es un trauma que llueva", porque está "entregado todo el año". Cuando llega el día esperado, el de la procesión, sus funciones "se duplican". El prioste se convierte, además, en fiscal del paso. "Éste es el encargado de marcar al capataz y organizar el trayecto, el discurrir de la procesión", precisa.
Aunque el cargo de prioste de Las Penas está representado por tres personas, "detrás hay un gran equipo con 10 más, porque si no sería imposible llevarlo todo". Este arquitecto cofrade, que lleva más de 20 años desempeñando labores dentro de su hermandad, asegura que cuando más disfruta es "a partir del Viernes de Dolores, con el besamanos" de su Virgen". Domingo confiesa que le encanta "la devoción que se respira en las calles y se refleja en las miradas de alegría de los viandantes", cuando ven procesionar a su Cristo. "Así descubro yo que mi trabajo merece la pena", dice.

Aqui podeis ver el artículo completo:

http://www.elcorreoweb.es/sevilla/120990/cara/humana/cofradias

1 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Se me hace más corto felicitar directamente a María Jesús por ambos. Así como la fe se vive en comunidad y no individualmente, las hermandades son cosas de familias y en este caso también la priostía. Este humilde hermano se siente orgulloso de estos dos hermanos por su entrega y esfuerzos continuado a lo largo de todos los días del año.