CUARTO DIA: TEMA CENTRAL: El sacramento del perdón es una expresión portentosa del amor y de la misericordia del Señor con los hombres.
● Tenemos que realizar
un proceso de conversión. Proceso que dura toda la vida.
● Dios se siente ofendido cuando cierro mi
corazón a los demás.
● Lo que perdonéis en la tierra será perdonado
en el cielo.
● Si no hay perdón no hay fe ni amor.
● Yo te perdono y pido perdón, de corazón. Si
no es así, estamos falseando el Evangelio. Jesús une el perdón a la sanación.
● ¿Soy testigo de paz y renovación, en los
ambientes donde vivo?
● ¿Ponemos paz en nuestros ambientes?, o
seguimos inyectando la discordia.
● ¿Nos atrevemos a decir? “Padre nuestro, que
estás en el cielo…”
HE PECADO, SEÑOR
Alguien me dice interiormente que he pecado.
Enséñame, Tú Dios mío, que vea, ponme delante de tu
espejo, cura esta ceguera, esta soberbia mía de creerme perfecto.
Quizás mi pecado sea no ver, no ver la cantidad de
orgullo que me ciega estar tan seguro, tan lleno de mi mismo, no ver al otro;
no lo mato, ni le robo, no, pero le olvido, me resulta indiferente, le dejo que
se muera. ¿Qué más da?
Quizás mi pecado sea encerrarme en mí mismo, en mi
burbuja, en mi mentira, no abrirme a los vientos del Espíritu, no crecer en
libertad, no soñar, no preocuparme del otro, no amar.
Mi pecado será no creer, no atreverme a decir Sí,
hágase, no querer salir de casa, no quemar mis naves y mis bienes.
Dame, Señor, tu luz, dame un corazón limpio y
transparente, hazme consciente de mi suciedad, de lo poco que he crecido, del
vacío de mi vida, y que diga convencido:
¡He pecado! He pecado contra ti, Señor, y, por lo
tanto, pequé contra el hermano.
Sí, reconozco
que he pecado.
1 comentarios:
Sin perdón no se puede dar el amor y sin amor no hay cumplimiento del único mandamiento de Jesucristo.
Publicar un comentario